Los miembros de la Iglesia de Dios apoyaron nuevamente a un equipo extranjero en un evento internacional, y difundieron la buena imagen de Corea al mundo. Del 16 al 20 de mayo, la Asociación de Ulsan de la Iglesia apoyó al equipo tailandés en el 6to. Evento Internacional de Tiro con Arco, que se realizó en el Estadio Internacional de Tiro con Arco Munsu, en la ciudad de Ulsan, Corea.

ⓒ 2005 WATV
Este evento se realizó con el fin de conmemorar la victoria de Corea en el campeonato de los Juegos Olímpicos. Este también fue el primer evento deportivo internacional realizado en la ciudad de Ulsan. Los funcionarios de la ciudad positivamente preocupados pidieron a la Asociación de Ulsan que apoyara el evento. El 16 de mayo, aproximadamente 40 miembros mostraron su latente energía como los “alentadores que realzan la calidad del evento (como dijera Jacques Rogge, Presidente de la IOC en las Universiadas de Verano de Daegu 2003)”.
La ceremonia de apertura estaba prevista para las 2 p.m., pero los miembros tomaron sus ubicaciones desde la 1 p.m. y esperaron vestidos con uniformes azules y gorras blancas con diversas pancartas y estaquillas donde se leían eslóganes llenos de ánimo. Alentaron fervientemente al equipo tailandés. “¡TAILANDIA! ¡VICTORIA!” “¡NOSOTROS TAILANDIA!” Sus gritos resonaron en todo el estadio.
Su apoyo era muy diferente del de los demás alentadores que solo miraban la ceremonia de apertura debajo de la sombra. En la ceremonia de apertura hubo muchas interpretaciones culturales como la representación de tambores, un desfile de la banda de tambores y pífanos y una danza de abanicos, pero la representación más destacada fue la de los alentadores de la Iglesia de Dios para el equipo tailandés. Su apoyo fue suficientemente enérgico para cautivar a los ciudadanos y periodistas. La mayoría de los periodistas fueron atraídos por los alentadores, y hasta un periodista extranjero se quedó allí tomándoles fotografías, gritando: “¡Maravilloso!” El presentador de la ceremonia de apertura elogió a los alentadores: “Se ven tan bien alentando con un solo corazón. Parece que los atletas de otros países envidian al equipo tailandés”.

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Los atletas tailandeses fueron conmovidos por su sincero apoyo que se inició incluso una hora antes de la ceremonia. Viendo a los alentadores animándolos sinceramente, los atletas tailandeses quedaron muy contentos y subieron hasta los asientos de los alentadores para agradecerles y animaron juntos. El líder Poh Tiong Wee no pudo ocultar su alegría: “Jamás habíamos recibido una bienvenida así. Creo que obtendremos un buen resultado gracias a su apoyo”. Después de la ceremonia, los atletas y alentadores se sintieron apenados de despedirse, incapaces de soltar sus manos.
Un funcionario encargado que había visto a los miembros alentando fervientemente con una sonrisa, como si se tratara de su propio trabajo, durante 5 horas desde la 1 p.m. hasta las 6 p.m., bajo el ardiente sol, los elogió: “Les agradezco mucho por alentar tan activamente”.
Los miembros mostraron su conocimiento para alentar y su trabajo en equipo que fortalecieron durante las Universiadas de Verano de Daegu 2003, y tuvieron éxito en la misión diplomática no gubernamental. Ellos dijeron: “Esperamos que la luz de la gloria de Dios brille en Tailandia a través de nuestra pequeña obra”.
Como siempre, los alentadores limpiaron el estadio después del evento y regresaron a casa. Este reportero desea que las personas de todo el mundo, incluyendo Tailandia, vean la luz de la gloria de Dios, y que también vuelen diligentemente al país de los fines de la tierra del oriente en este año 2005.