Contribuciones a la Sociedad

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“Aprendimos a llevar buenos frutos a través del trabajo voluntario de ralear los frutos”

  • Amor al Prójimo
  • País | Corea
  • Fecha | Mayo 22, 2005
ⓒ 2005 WATV
Como la estación agrícola se acerca, los agricultores están siempre ocupados y también lo están los miembros de la Iglesia de Dios. Esto se debe a que los agricultores escucharon que los miembros de la Iglesia de Dios trabajan duro con amplias sonrisas como si se tratara de su propio trabajo, y pidieron a la Iglesia de Dios que los ayudaran en la temporada agrícola. Un agricultor pasaba un momento difícil porque no había podido ralear a su debido tiempo por falta de mano de obra. El 22 de mayo, más de 60 jóvenes de la Asociación de Chungnam visitaron un huerto de manzanas, localizado en Jangsoo-gun, en la provincia de Jeolla Norte, y practicaron el amor de Dios.

Cuando los voluntarios llegaron al campo de manzanas, se maravillaron con el aroma de la acacia y el aire fresco. La manzana es un producto especial de Jangsoo. A inicios de mayo, la oficina del Condado de Jangsoo realizó el Festival de la Flor del Manzano durante dos días para promocionar su producto especial a toda la nación.

ⓒ 2005 WATV
El agricultor Choi (75 años) tenía un campo de tres acres en donde se habían sembrado mil manzanos. En el lugar donde las flores blancas florecían y caían, colgaban en cada rama entre 5 y 6 pequeñas manzanas verdes, un poco más grandes que una cereza. El agricultor dio una alegre bienvenida a los voluntarios y dijo: “El tiempo de raleo es muy importante para producir buenos frutos. Toda mi preocupación ahora se ha ido porque mucha gente joven ha llegado aquí en el momento oportuno”. Y también solicitó: “Por favor ayúdennos trabajando con el corazón de un agricultor para que podamos cosechar buenas manzanas”.

El trabajo de los voluntarios consistía en ralear la fruta innecesaria. El raleo consiste en sacar la fruta que está en mal estado o dañada por la plaga o insectos nocivos. Si no se hace esto en el momento oportuno, las ramas pueden romperse por el peso de la fruta, y la calidad de la fruta puede disminuir porque la sustancia nutritiva es compartida con la fruta inservible. Los voluntarios aprendieron que el trabajo de ralear la fruta innecesaria es muy importante ya que decide el éxito o el fracaso de la cosecha. Aprendieron a ralear la fruta innecesaria y empezaron a trabajar en equipos de cuatro miembros cada uno.

ⓒ 2005 WATV
Les parecía algo difícil distinguir entre la fruta que debían dejar en la rama y la que no. Pero se acostumbraron pronto al trabajo. Las voluntarias se encargaron de las frutas que estaban en la parte baja de los árboles, y los voluntarios se encargaron de las que estaban en la parte alta, utilizando escaleras. Deben de haberse sentido cansados de trabajar en las escaleras durante mucho tiempo. Sin embargo, nunca mostraron ninguna expresión de cansancio sino que trabajaron diligentemente cantando bellas melodías; se veían tan hermosos como las manzanas. Miraban cuidadosamente los frutos para asegurarse de ralear cada fruto innecesario; se percibió su sinceridad y amor por las frutas. Los vecinos que ya habían estado trabajando antes de la llegada de los voluntarios, los elogiaron: “Les agradecemos mucho por ayudarnos. Su trabajo es excelente”. Los voluntarios se sintieron animados por este elogio y trabajaron con más diligencia.

Descansaron un momento a la hora de almuerzo con el fiambre que habían preparado. El campesino les ofreció frutas y bebida y almorzó con ellos. Él dijo: “Este trabajo debe de haber tomado más de un mes aunque hubiera contratado trabajadores, pero tomó solo un día gracias a su ayuda”, y continuó agradeciéndoles: “He estado muy preocupado por la escacez de mano de obra. Agradezco mucho a la Iglesia de Dios por ayudarme”. Incluso después de terminar el trabajo, continuó expresando su gratitud. Los voluntarios respondieron: “Aprendimos muchas cosas a través de este trabajo. Llámenos cada vez que necesite mano de obra. Lo ayudaremos tanto como podamos”.

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Los voluntarios dijeron: “Pudimos sentir la obra y el amor de Dios, el Agricultor espiritual, que distingue el trigo de la cizaña y cría a sus hijos como el fruto de la más fina calidad. Nos haremos frutos bellos y saludables para ser llevados al granero celestial”.

Por lo general, en los manzanos florecen 5 o 6 flores en un solo lugar, y cuando caen las flores nacen 5 o 6 frutos en la misma posición. Si los campesinos no ralean los frutos antes de que crezcan mucho, no pueden cosechar las manzanas de la mejor calidad. Ellos ralean el fruto innecesario una, dos y hasta tres veces. Para cosechar una manzana de la mejor calidad, tienen que ralearse cerca de 20 frutos. Al ver la labor de los campesinos que se esfuerzan para cosechar una fruta de la más fina calidad, los voluntarios determinaron una vez más seguir la voluntad de Dios y permanecer hasta el último día para que puedan ser el fruto que complazca a Dios, nuestro Agricultor.

ⓒ 2005 WATV
Para llevar un fruto, los campesinos tienen que cuidar de él más de diez veces. Este reportero desea que todos comprendamos el duro trabajo de Dios, que trabaja con un sincero corazón derramando sangre y sudor para crear un fruto de la mejor calidad, y desea que nos convirtamos en pequeños campesinos espirituales que administren el campo de Sion con un corazón sincero, amor y sacrificio como Dios nos ha pedido.